El dormir bien no solo nos ayuda a tener más energía, sino a nuestro desempeño profesional y social. Según Montagud (2021), el descanso correcto nos ayuda a:
1. Mejorar la resistencia física:
Un sueño reparador hace que nos regeneremos por la noche y tengamos una mejoría en nuestra capacidad cardiorrespiratoria.
La Universidad de Standford, confirma mediante sus estudios que los atletas con 10 horas de sueño en períodos de competición, como maratones, olimpíadas u otros eventos deportivos, mejoraban sus tiempos como su resistencia física.
2. Crea masa muscular
Al tener dormir la cantidad de horas correctas y descansar ayudamos a nuestra masa muscular a desarrollarse.
Nuestro cuerpo utiliza la mayor parte de la noche para sanar el daño causado a la miofibrilla (fibra muscular) que ponemos a prueba durante nuestro entrenamiento físico, estas fibras se recuperan y endurecen.
No dormir bien disminuye el desarrollo muscular y, de hecho, la falta de sueño está relacionada con la atrofia del músculo.
3. Protege la memoria
Dormir sana las conexiones neuronales. Durante la fase REM del sueño (“rapid eye movements”), el hipocampo (especie de almacén de la memoria), se restaura. Gracias a esto nuestra memoria a corto largo plazo mejora.
Por otro lado, se ha visto que no dormir lo suficiente hace que nuestra memoria de trabajo se vea significativamente perjudicada a corto plazo, aunque volver a descansar lo suficiente hace que estos efectos se reviertan.
4. Nos hace más atractivos
De acuerdo con un estudio de la revista la revista British Medical, las personas que duermen bien durante la noche adquieren una apariencia más atractiva, además de verse más saludables.
Por el contrario, dormir mal hace que aparezcan las tan indeseadas ojeras, que nos hace vernos mal y envejecidos.
5. Hace que se esté más sano
El sistema inmune necesita el sueño para poder regenerarse, lo cual le permite defenderse de la acción patógena de toxinas y microorganismos.
De hecho, una investigación llevada a cabo por la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU.) concluyó que las personas que duermen menos de seis horas al día son tres veces más propensas a resfriarse, en comparación con quienes sí duermen entre seis y ocho horas.
6. Evita subir de peso
La falta de sueño hace que los adipocitos, las células con grasa, liberen menos leptina, la hormona supresora del apetito.
Cuanto menos se duerme, como les pasa a las personas que padecen insomnio, además de una menor liberación de leptina, el estómago libera la contraparte: la ghrelina, la hormona inductora del apetito.
Ambas acciones hace que dormir poco se asocie con comer más y, consecuentemente, con un mayor riesgo que subamos de peso. De hecho, se ha asociado la falta de sueño con padecer obesidad.
7. Reduce el estrés
No es un secreto que dormir menos nos pone de mal humor. No dormir lo suficiente hace que nos sintamos más irritables, haciendo que discutamos con nuestra pareja, familia o amigos por cosas insignificantes
Esto tiene una explicación hormonal. Al dormir, el cuerpo va produciendo melanina y serotonina, hormonas que contrarrestan los efectos de las hormonas del estrés, la adrenalina y el cortisol, reduciendo el estrés.
Si no se duerme todo lo necesario, se incrementa la producción de hormonas de la ansiedad, lo cual hace que nos encontremos de tan mal humor al día siguiente.
Referencias bibliográficas:
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